Las marcas te ayudan en tiempos de crisis
Tiempos convulsos, de emergencia sanitaria, de desasosiego y de auténticos dramas, pero también de saber reaccionar, de empatía y de saber ponerse en la piel del otro.
Tiempo de nuevas oportunidades para las marcas.
La población confinada, cada uno en casa; teletrabajando, los niños y estudiantes recibiendo en el mejor de los casos clases online, los abuelos solos, de salidas al supermercado como válvula de escape…momentos de incertidumbre, de nuevas costumbres, de recuperar y redescubrir espacios domésticos y relaciones, pero también de ansiedad y preocupación, también de esperanza.
El shock en una sociedad de la opulencia, del tener de todo en un click, del ocio y de las relaciones sociales se ha acabado.
Pensar en qué cocinar se convierte en un divertimento y valorar cualquier alimento de la nevera pasa a ser cotidiano y compartido en familia; internet, las plataformas de ocio se convierten en más aliadas que nunca y la televisión, tan denostada, en nuestra aliada o al menos en la ventana al exterior.
Es en este momento en el que miramos la TV, más que nunca (como ventana al exterior y una conexión con la realidad) y vemos los diferentes spots cuando nos damos de bruces con diferentes comunicaciones; marcas que siguen anunciando comidas familiares, paseos por la playa, amigos de copeo, grupos en la calle o en el trabajo a poca distancia y llenos de besos y abrazos ….un choque realmente brutal respecto a nuestra realidad cotidiana de confinamiento pero también una ilusión por recuperar la otra normalidad en un futuro, un deseo potentísimo de recuperar “nuestras vidas”.
Otras marcas sin embargo han adaptado sus mensajes (Banco de Santander, Desigual, Vodafone, Mahou, Ikea, Vodafone etc.) a la situación de crisis, generando identificación en el espectador, y adaptándose a la realidad. Se trata de mensajes que, o bien reflejan la realidad del confinamiento o bien, apelan a la nueva realidad que nos encontraremos cuando salgamos poco a poco al exterior y retomemos las calles, los bares, las oficinas, las tiendas…
Y ¿cuál es la mejor estrategia?
No tenemos respuesta porque nunca habíamos estado en esta situación. Es la ilusión de recuperar versus la realidad, la proyección de un ideal, ya perdido, frente al reconocimiento de una realidad. Posiblemente, ambas estrategias, vía proyección y via identificación, sean acertadas y posibles, aunque también dependerá del ADN de la marca.
Comunicativamente hablando quien mantenga la comunicación “estándar” sin apelar a la situación de emergencia sanitaria, estará más desconectado del consumidor-espectador, pero también podrá mantener una diferenciación, mientras que la marca que aluda a la situación covid y post-covid empatizará más con el espectador ganándose una complicidad, pero correrá el riesgo de cierta indiferenciación en tono y mensaje.
Lo que sí sabemos es que las marcas en momentos como este deben estar cerca de las personas más que nunca; crear vínculos de seguridad y de acompañamiento.
Solo las marcas que sepan comprender el estado ánimo del consumidor, su nueva visión de la vida podrá acercarse a su target.
En este momento es cuando surgen grandes oportunidades, desde una nueva estrategia de comunicación en redes sociales hasta la creación de nuevos productos y servicios orientados a nuevas necesidades. Reinventarse para seguir dando servicio y seguir conectados con quien te compra y consume.
Adaptar los relatos y las formas en los diferentes formatos de comunicación, bajo el tamiz de los valores de cada marca, se hace más necesario que nunca.
Es el momento de reaccionar y de intentar encontrar una oportunidad; estamos en un momento crucial, la reacción rápida pero meditada y adaptada a la situación será la única salida para que de esta crisis surja una gran oportunidad de cambio y transformación.
En Connociam creemos que de las grandes crisis pueden surgir oportunidades; creemos en la empatía y en las marcas que sepan conectar emocionalmente con su consumidor.
¡Salud y energía positiva para todos!