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La sociedad post Covid-19

En medio de esta pandemia global y emergencia sanitaria en la que nos hallamos inmersos, es bueno parar, reflexionar y vislumbrar una situación de futuro convulsa y distinta.  Compartimos algunas posibles líneas de futuro con vosotros.

Creemos que se producirá una respuesta mixta e híbrida del ser humano a esta situación incierta y convulsa. Algunas personas lo viven como un escenario dramático. Casi apocalíptico, qué preconiza cambios drásticos en nuestra sociedad. Otros lo viven como un paréntesis en su rutina habitual. Muchos lo sufren como un problema. Pero para todos hay hábitos que han cambiado. Hay reflexiones que se han generado. Hay nuevas perspectivas que se han abierto. ¿Hasta qué punto los cambios que estamos viviendo ahora se consolidarán en un escenario post Covid19? 

Hay una primera reflexión social y geoestratégica que muchos expertos (pe. J. Beaudrillard) ya preconizaban hace unos años. Tras la globalización a la que estamos asistiendo, ¿existe un riesgo real de implosión y de retroceder; de volver a territorios más uniformes y cerrados al exterior? Está en nuestras manos que no se produzca, pero hay varios escenarios sobre la mesa. Quizás continuaremos con la globalización. Quizás “el poder del mundo cambiará de manos”. ¿Quizás volveremos a dos bloques enfrentados? o ¿A varias zonas que tienen menos comercio entre sí? Y, ¿Cómo afectará esto a nuestras marcas y su abastecimiento? ¿Es posible que estemos en la antesala de una disrupción geoestratégica que tendrá impacto en la economía y los negocios? 

A nivel más cotidiano, esta crisis ha traído ciertos cambios en los hábitos sociales y el consumo. Algunos son puntuales, como el estocaje de agua, papel higiénico o conservas y legumbres. Otros, podrían haberse visto acentuados e implantarse de forma más contundente en los próximos años, como el teletrabajo o el pago sin dinero. 

Veremos cómo cambian rituales sociales y familiares que afectarán directamente al consumo y disfrute de bienes y servicios. ¿Se seguirán haciendo pasteles en el hogar?, ¿se valorará de forma casi histérica la salud en la alimentación?, o bien con el retomar del ritmo frenético ¿se volverá a un consumo de convenience? ¿Está cambiando de significados y revalorizándose el espacio supermercado? ¿Cómo convivirá la compra on y off? Son preguntas que debemos hacernos ya que los hábitos de consumo están modificándose rápidamente como reacción a la crisis. 

Es muy posible, que las nuevas tecnologías, que muchos han interiorizado en lo cotidiano con esta crisis, se usarán de manera más racional, y eficaz a nivel personal y laboral … pero ¿se retomarán masivamente ciertas cosas face to face?; somos seres sociales y posiblemente, volveremos a ello de la manera más primaria. ¿Seguirá el crecimiento de los Tinders o se buscarán relaciones y contactos a través de lo no virtual? 

Este boom de lo virtual (trabajo, docencia, ocio, socialización, etc..) está provocando una auténtica revolución a nivel de hábitos. Algunos hablan de que hemos vivido un “examen sorpresa de digital”. Lo digital se ha impuesto por las circunstancias en pocas semanas…el teletrabajo, las universidades virtuales, las home party, el Zoom, Teams…. ¿Qué lecciones podemos sacar de esto? ¿Qué nuevas oportunidades puede haber? ¿Hay vuelta atrás? ¿Habrá cambios sociales, a nivel laboral, pero también a nivel familiar? 

Muchos abogan por el desarrollo de una conciencia más ecológica y un consumo más responsable. También se ven indicios de una mayor brecha social. Todo ello, ¿podría favorecer el desarrollo de una cultura colaborativa y solidaria sin precedentes? La responsabilidad social corporativa será más tangible que nunca. Ya lo estamos viendo con empresas y corporaciones aproximándose a la sociedad de otra manera; SEAT fabricando respiradores, Mango fabricando mascarillas y batas, Inditex fletando aviones para material sanitario…Ya no hay vuelta atrás. 

Disfrutar y el hedonismo seguirán formando parte de nuestra forma de vida; es parte de la cultura mediterránea y es la reacción lógica a la negrura tremenda que supuso la cultura del pecado y que aun pesa. Es posible que las privaciones que habrán supuesto la situación de confinamiento dejarán una impronta en diferentes generaciones, ¿copear, tardeo, disfrutar, tomar caprichos, un spa, etc… tendrán más sentido que nunca? ¿Habremos echado tanto de menos los bares y restaurantes, que volveremos a ellos con mayor intensidad?, o por el contrario ¿descubriremos que el hogar y los canales digitales son excelentes lugares para socializar? Ya antes de la crisis, las generaciones más jóvenes se estaban volviendo más hogareñas que sus progenitores. 

Por otro lado, habrá más miedo y ello provocará que se pueda extender el control de los gobiernos y otras entidades. ¿Tendremos que reclamar nuestros espacios de intimidad y de libertad?; ¿ciertos conceptos que ayuden a preservar estos espacios serán bienvenidos por la sociedad? o, por el contrario, ¿el miedo a otros desastres nos hará asumir un mayor control social? ¿Qué significa esto para las marcas y como deben gestionarlo? 

También la cultura, en sentido amplio (ocio, espectáculos, viajes, etc…), podría tener más protagonismo social y adquirir nuevos valores: volver al cine, al teatro, comprar en la librería…se realizarán con una renovada ilusión que irá desde el entretenimiento, hasta la adquisición de conocimiento y la socialización. ¿Disfrutaremos más saliendo al cine?, ¿Volveremos a viajar como antes? ¿Será igual de aspiracional o, por el contrario, habrá frenos y miedos durante un largo tiempo? 

Uno de los cambios más relevantes es el auge de pagar sin dinero físico. La crisis del covid19 está provocando que un sector de la población que hubiera tardado más en hacer este cambio se vea abocado al uso de sistemas de pago cashless¿El auge del cashless es temporal o es un cambio estructural? Con los significados racionales y emocionales que tiene el dinero físico ¿aceptaremos el cashless bien y por igual en todos los ámbitos? 

La salud ya era un sector en expansión. ¿Se acelerará el gasto en salud de las familias y las organizaciones?, ¿las categorías de autoprotección y prevención o nutrición se verán reforzadas por el miedo a nuevas pandemias?, las familias ¿desviarán gasto de otras partidas al ámbito de la salud y la prevención? Quiénes son los players que tiene mayor capacidad para capturar esta oportunidad: ¿OTC, tecnológicos o alimentación? 

Entramos en una nueva era, distinta y con grandes oportunidades. Se acelerará la aparición de nuevos productos y servicios, tanto a nivel tecnológico como a un nivel mucho más básico.  

Ya estábamos en una época de innovación y disrupción, que se acelerará. Y las organizaciones deben estar dispuestas a potenciar la innovación de forma proactiva. Ya no es una opción. Es un requerimiento en cualquier negocio. Definitivamente, es un nuevo paradigma con nuevos retos para la humanidad, y para las empresas. 

En este nuevo contexto, algunos clientes de Connociam nos han pedido llevar a cabo reflexiones estratégicas, y realizar un zoom en los cambios que impactan sus categorías y sectores. Estamos llevando a cabo exploraciones y workshop digitales muy orientados a proporcionar resultados tangibles para entender cómo reaccionar ante esta situación e identificar oportunidades de negocio. 

El confinamiento producido por la expansión del coronavirus implica parar en un sentido físico, pero también nos brinda la oportunidad de pensar diferente y poder acelerar procesos y adaptarse a los cambios. 

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